EL VALOR DE LA EXCELENCIA


Ante una enfermedad infecciosa, realizamos un estudio del caso, valoramos la presencia de los gérmenes más frecuentemente implicados, realizamos cultivos de exudados, celulares…para posteriormente prescribir el antibiótico más apropiado.

En el caso de la anticoncepción hormonal, no siempre se realiza esa búsqueda del preparado farmacológico más idóneo para cada paciente, no todos los profesionales que asesoran sobre anticoncepción buscan la excelencia en la indicación terapéutica. Si la recomendación no es adecuada, no se obtendrán los potenciales beneficios clínicos, y puede incrementarse el riesgo de aparición de efectos indeseables y de abandonos de tratamiento.

No todos los preparados estrogénicos son iguales, ni tampoco los gestagénicos. El control del ciclo o los efectos secundarios pueden ser dosis-dependientes, siendo fundamental el manejo de las mismas y el conocimiento de su impacto en el organismo. La vía de administración también presenta diferencias, y no sólo respecto al cumplimiento.

Si no existe un conocimiento de la farmacología hormonal, cuando existe mala tolerancia o aparecen efectos secundarios, en ocasiones la decisión es su interrupción, privando a la mujer de los beneficios de los tratamientos hormonales y favoreciendo la posibilidad de reforzar la percepción negativa de los mismos.

El etinilestradiol, ampliamente estudiado y utilizado, es el componente estrogénico más comúnmente presente en los preparados hormonales combinados, con un buen control del ciclo menstrual, pero es el que posee la mayor estrogenicidad hepática. La introducción progresiva de los preparados a base de estrógenos naturales, con menor estrogenicidad han supuesto un menor impacto de esta propiedad. El estetrol, primer estrógeno con capacidad tisular selectiva (NEST) presenta la última innovación de este grupo.

El grupo de los gestágenos, principales responsables del efecto anticonceptivo, presenta la posibilidad de administración combinada o única. El efecto uterotrófico sobre el endometrio es compartido por todos ellos, aunque es superior en algunos como el dienogest, por lo que puede ser seleccionado en caso de sangrado menstrual abundante. En esta situación se puede recomendar una pauta continuada, disminuyendo el número de ciclos y pérdidas menstruales, así como la sintomatología asociada. Esta pauta debe ser tenida en cuenta en caso de dismenorreas severas, endometriosis, cefaleas catameniales o simplemente en mujeres que quieran disminuir el número de ciclos menstruales.

Algunos gestágenos presentan efecto antiandrogénico, con potencia variable, siendo el acetato de ciproterona el más potente, sin olvidar las limitaciones e indicaciones de su uso. En los casos de hiperandrogenismo cutáneo leve, son recomendables los preparados con actividad antiandrogénica y evitar los norderivados.

Los gestágenos norderivados presentan menor riesgo trombogénico, siendo recomendación de primera línea para disminuir ese potencial riesgo.

La actividad antimineralcorticoidea de la drospirenona lo posiciona como uno de los gestágenos más utilizados, especialmente en situaciones en las que no es deseable el posible incremento de la retención hídrica asociado a las terapias hormonales.

El espacio en las editoriales es limitado, y el mensaje es breve: es fundamental la formación en farmacología hormonal, y desde nuestra sociedad científica se ofrecen múltiples posibilidades para mejorarla, con el objetivo de ofrecer una atención de calidad a nuestras usuarias.

“Somos lo que hacemos día a día; de modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito” Aristóteles

María Guerrero

Esta web utiliza cookies para optimizar la experiencia del usuario. Si continúa navegando consideramos que aceptas su uso. Más información Aceptar