La matrona de atención primaria.
La matrona que desempeña su trabajo en el centro de salud es una profesional desconocida tanto para la población, como para otros profesionales sanitarios y olvidada a nivel político.
Las enfermeras especialistas en ginecología y obstetricia (matronas) son profesionales sanitarios con una representación minoritaria dentro de los equipos de atención primaria, pero llevan formando parte de los mismos desde su regulación en el RD 137/1984 de 11 de enero sobre estructuras básicas de salud.
Cuando preguntamos a la población general por las funciones de las matronas en el centro de salud suelen ser vistas como las responsables del control y seguimiento del embarazo y posparto, así como de la realización de los cursos de educación prenatal (antes conocida como preparación al parto) pero, ¿cuáles son las verdaderas competencias de las matronas en atención primaria?
• Asesoramiento preconcepcional.
• Seguimiento del embarazo normal y educación prenatal.
• Atención a la mujer durante el posparto.
• Asesoramiento y seguimiento de los métodos anticonceptivos.
• Atención a la mujer durante el climaterio.
• Desarrollar los programas de prevención de cáncer ginecológico de mama y cérvix.
• Identificación de problemas ginecológicos y derivación si precisa a otros profesionales.
• Control y seguimiento de ITS.
• Valoración del suelo pélvico y prevención de incontinencias.
• Y un papel central en la educación sexual a la comunidad, tan necesaria en estos momentos, tanto en la infancia y adolescencia como en otras etapas del ciclo vital.
La presencia de matronas en los centros de salud es irregular, y en muchos de ellos ni siquiera se cuenta con estos profesionales. Esto ha llevado a que muchos compañeros no puedan describir todas nuestras funciones. En muchos casos, estas responsabilidades son asumidas por otros profesionales o no se ofrecen a la población debido a la falta de matronas en los equipos. Además, el tiempo asignado a cada equipo es tan limitado que muchas compañeras solo pueden dedicarse al control y seguimiento del embarazo normal.
El olvido de las matronas en atención primaria es tal que algunos sistemas sanitarios autonómicos carecen de regulación específica para estos profesionales, teniendo que recurrir a normativas del antiguo INSALUD y anteriores a 2002. Esta situación genera una gran irregularidad en la disponibilidad de matronas dentro de los equipos y limita su capacidad para llevar a cabo funciones cruciales para la salud sexual y reproductiva de las mujeres.
En conclusión, es fundamental resaltar la importancia de estos profesionales dentro de los equipos de atención primaria. Quiero enviar un mensaje a todas las compañeras que están leyendo esta editorial: “Debemos hacernos notar, porque si no, seguiremos siendo esa pieza olvidada del puzle del equipo de atención primaria”.